
Los cerramientos desmontables son aquellos que tienen la capacidad de ser abiertos y cerrados modularmente en alguno de los elementos que lo componen. Estos elementos pueden ser parciales, como las láminas de un techo, las lamas de una pérgola o los paneles de un cerramiento. Los ejemplos más notorios de este tipo de cerramientos son las cortinas de cristal y los techos móviles.
Tipos de cerramientos desmontables
Cuando se trata de clasificar los cerramientos desmontables disponibles en el mercado cabría destacar los siguientes tipos:
- Cortinas de cristal abatibles.
- Cortinas de cristal corredera.
- Techos móviles manuales.
- Techos móviles automáticos.
- Pérgolas bioclimáticas.
Cortinas de cristal abatibles y en corredera
Se trata de cerramientos desmontables de pared. Son los que mejor se ajusta la definición de desmontable porque se pueden abrir y cerrar prácticamente por completo.
En el caso de las cortinas de cristal abatibles, cada lámina se puede plegar en 90º hacia el interior y deslizar por los carriles inferiores y superiores hasta el extremo del cerramiento. De este modo se “desmonta” el cerramiento, dejando la sala completamente abierta.
En el caso de las cortinas de cristal corredera, cada lámina tiene su propio carril, que permite deslizarlas hasta el extremo donde apenas ocupan lugar. Tienen un poco menos de apertura que las cortinas de cristal abatibles aunque son más estables.
Techos móviles manuales y automáticos
Los techos móviles se caracterizan por poder desmontar varios paneles, de modo que se deslizan hacia el extremo dejando el techo abierto entre el 50% y el 80% de su área. Pueden ser manuales, en cuyo caso la apertura se realiza con una pértiga, o automáticos, que se controlan mediante control remoto.
Pérgolas bioclimáticas
Las pérgolas bioclimáticas son pérgolas que poseen lamas automáticas. Estas giran sobre sí mismas para variar entre una pérgola habitual o una cubierta completamente cerrada. Además, también pueden incluir un sistema que desliza las lamas hasta el extremo, dejando el techo completamente abierto.
¿Es legal instalar un cerramiento desmontable en una terraza?
Los cerramientos desmontables se caracterizan por no requerir obras, salvo en raras excepciones. En caso de obra, se trataría de una obra menor para acondicionar el espacio. Por ejemplo, a veces es necesario eliminar obstáculos o añadir puntos de apoyo para la estructura. El resto del cerramiento se “instala”, no se “construye”, ya que las piezas vienen de fábrica previa toma de medidas en el espacio a cerrar.
En este sentido, al tratarse de una obra menor en el peor de los casos, es completamente legal instalar un cerramiento desmontable en una terraza. Lo único que debes hacer para asegurarte de que puedes realizar la instalación es:
- Revisar los estatutos de tu comunidad: aunque es inusual, algunas fincas establecen la prohibición de poner cerramientos. Es uno de los pocos casos en los que sería imposible poner el cerramiento.
- Revisar la normativa municipal: Otro de los casos en los que no podrías colocar tu cerramiento desmontable en la terraza sería si la normativa municipal así lo establece. Esto suele deberse a una razón de patrimonio y protección cultural.
- Comunicar la instalación a la junta de propietarios: para cualquier tipo de modificación que afecte al edificio deberás comunicarlo al resto de propietarios. Al tratarse de un cerramiento desmontable, no podrán impedir que lo realices. Como la mayoría de cerramientos desmontables son de vidrio, no afectan a la estética de la fachada.
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